Dicen los enólogos que cuando el tiempo es bueno la uva madura antes. Se colorean con prisa a la luz del sol, al abrigo del intenso calor. "Las temperaturas altas suponen un adelanto considerable de la vendimia", declaran. En realidad, el inusual clima de seca y alto mercurio, tan sólo supone unos diez días de anticipo para los "florecidos" frutos. También dicen los enólogos que así, la uva sabe mejor. Por ende, el vino.
jueves, 6 de agosto de 2009
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