lunes, 14 de abril de 2008

Parco en palabras

Los sonidos brotaban con dificultad de entre sus entrañas. Sus gastadas cuerdas vocales encharcadas de whiskys, cohibidas por el humo de las mañanas sin compañía e intoxicadas de pasión, evocaban más bien a un pequeño piano de cola en el que una sola mano presionaba las teclas para concebir una armoniosa, simple y breve gran melodía. O eso creía yo cuando me sentaba a escucharle. Parco en palabras, exagerado en cuentos, relatos, historias, vida.

sábado, 5 de abril de 2008

Sonidos

Aunque... prefiero los trenes sin zumbido diésel; los que caminan raíl a raíl colgados de un cable eléctrico; sin interferencias sonoras; los del suave traqueteo metálico amenizado de un vaivén vibratorio constante.