martes, 14 de diciembre de 2010

Subnormalidad imberbe (III)


Planet Saint Hilaire
Escuche, su señoría. Mi intención carece de maldad. Y mis miras no son cortas. No quiero, sin embargo, molestar. Pero he de decirle, si usted me lo permite, que no es sino la osadía la más peligrosa de las virtudes. Y el peligroso camino de la osada adulación propia no conduce a más puerta que la del vueso hogar, merced. Más aún, letrado, si la grandeza se empapa en papel mojado y no se forja en años de saber y conocimiento. Aunque, bien usted sabe que no desearía más que equivocarme en mis razonamientos esquivos.

Atentamente le envío un cordial saludo.

foto vía benheine