jueves, 3 de julio de 2008

Sobre el sonido verdadero

Una vez más decido sentarme ante una partitura. Azul, en este caso. Clave de sol, clave de fa. Elección previa e ineludible al comienzo de toda sinfonía. Requisito necesario para la correcta comprensión del pentagrama y sus signos. Ahora, las notas deben fluir. Corcheas, blancas, negras, semicorcheas, negras, blancas. Do, do, mi, mi, sol, sol, mi, fa, fa, re, si, si, sol, do, do, mi, mi, sol, sol, mi, fa, re, si, sol, do, mi, do. El sonido escrito. La composición se dibuja mediante letras irreales que reflejan la verdad sonora. El efecto supera la causa. Si así no lo fuera, la evolución sería un absurdo. De todos modos, aún siendo sordo, Ludwig van Beethoven compuso la novena sinfonía. El día de su estreno, escuchó sin oír. El contenido empírico, el timbre diáfano de la realidad ya estaba en su mente. Y si durante toda su vida no hubiera percibido el más nimio sonido...

Las decisiones previas e ineludibles, incluso a veces pequeñas, mecánicas, son las determinantes. Las que motivan que la partitura de una obra se llene de unos u otros símbolos, sonidos, recuerdos. Pequeños detalles que hacen grandes cosas. Detalles empíricos. La clave, de sol o de fa, está en lo vivido.

Y sí, este es un pentagrama absurdo.

imagen: flickr por mireia.

3 comentarios:

  1. 1. Las pequeñas causas de tal decision estan plasmadas en mi nuevo dominio.

    2. El comienzo de una sintonia no marca el continuamiento de la misma, y si crees que esa es la buena, quizas sea porque no hayas nunca supiste ni sabrás como hubiese quedado tal sintonia con otro principio...

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  2. No hablaba de comienzos, sino de decisiones y actos mecánicos que son determinantes, aunque no lo parezcan en su momento. Actos que hacen llenar la experiencia motivando a su vez nuevas decisiones.

    Decisiones previas a todo tiempo anterior al presente. Es decir, decisiones en general.

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  3. gracias por elegir mi foto para ilustrar tu texto ;-)

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