sábado, 26 de enero de 2008

El objeto

Se me hace tarea imposible conseguir averiguar las pretensiones de las letras caprichosas al momento que me despierto y deslizo mi cuerpo volátil a través de los rayos de la mañana. ¿Por qué ese sonido y no otro? ¿Por qué ahí y no aquí? ¿Por qué encima y no debajo? El fin explica el principio; concluyo al tiempo que reposo mi mente lastrada de aromas temporales tras un buen espresso italiano. Cuestión de objetos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario