viernes, 6 de abril de 2007

Me ordenas atiborrarme de todo cuanto encuentre

Me siento delante de ti, a escribirte. Lo primero que me preguntas es un título. Una condensación de mis ideas. O más bien una introducción. Pero si mis intenciones no están del todo definidas cuando en blanco te contemplo, por lo que es más bien imposible conducirte a través de mis letras.

Me siento delante de ti, a leerte. Y no soy capaz de verte desde arriba. Tengo la sensación de que todo pasa por debajo. O por encima. Mientras, yo estoy en medio. O incluso más abajo.

Me siento delante de ti, a admirarte. Porque todo parece digno de exclamación.

Me siento delante de ti. Continúas hablando conmigo. Insinúas que lo hago mal. Insistes en que prosiga. "Encuentra".

Me siento delante de ti. A descansar. No tengo fuerzas. Cuando me preguntaste, creía que sí.

5 comentarios:

  1. mmmm... Exteriormente puedo decir que no sé el tema concreto de esas palabras. Nada, no hay manera. Lo leeré de nuevo, a ver.

    ResponderEliminar
  2. hablan de cómo enfrentarse a una nueva entrada del blog. el "ti" al que se dirige es algo así como la propia bitácora, las letras...
    no hay ningún mensaje oculto.

    ResponderEliminar
  3. jajaja... Disculpa mi ignorancia.

    ResponderEliminar